Hacia mucho tiempo que no rondaban por aquí dormitorios infantiles, el momento de pasar de bebé a niño es todo un reto, sus gustos empiezan a fluir y sobre todo aparecen sus primeras necesidades... donde guardar sus juguetes.

Las fotos del post de hoy es un claro ejemplo de como combinar lo estético y lo práctico, todo visto desde una perspectiva infantil pero fácil de adaptar a alguien mas mayor en un futuro, la base blanca de las paredes es todo un acierto ya que nos permite integrar colores como el marino, grises y rojos presentes en decoración y complementos.

Una idea fresca muy alejada de los clásicos pastel y que perdura el paso de los años mientras nuestro ahora bebé va creciendo con unos pequeños toques de textiles y complementos.