Así decoramos LA BODA CASERA DE ESTE VERANO

by - septiembre 24, 2014

Llevo un par de semanas que os quería enseñar estas fotos, pero la vuelta al cole ha venido repleta de proyectos y no había tenido tiempo.

Este verano tuve una boda casera, mi amiga Esmeralda (la veterinaria de Oker) me propuso darle una sorpresa a su hermano, se casaba en la casa familiar que tienen en el pueblo y solo íbamos 30 personas.

Los novios no sabían nada, ni de la decoración, ni nada de lo que teníamos preparado así que nos pusimos manos a la obra para hacer de este día algo único, especial y creo que lo conseguimos, por lo menos a ellos les encantó y si estáis pensando en hacer algo similar seguro que el post os va a venir genial.

LA CEREMONIA


Para el altar se compraron unas maderas para hacer una especie de esqueleto de "cancha de futbol", cuando la ví sin montar fue lo primero que se me vino a la cabeza, después las llenamos de tiras de papel de seda y muchísimas bolas de nido de abeja que compramos en Oui-Oui (clic aquí) en rosa pastel, mint y blanco, todo de diferentes tamaños que grapamos hasta conseguir este resultado.

Las sillas eran de otra de las amigas, son de Maisons du Monde y les añadimos los Mr Mrs que tenéis en la tienda (clic aquí)


Para los lados quisimos darle un toque vintage así que nada mejor que los interminables tarros de la boda de mi hermana con un par de cajones de madera vintage (los podéis encontrar en nuestra tienda clic aquí) que rellenamos con paniculata y otras flores silvestres.


La gente se sentaba en balas de madera, pero todos sabemos que no son muy cómodas, así que la madre del novio hizo unos cojines XXL la mar de mulliditos para que fueran lo más confortables posibles y allí, no se quejó nadie.

ANTES


DESPUÉS


A parte de esto montamos un rincón para el libro de firmas, para hacerlo más especial y como los novios tienen dos niños las etiquetas estaban hechas, de la mano de la nena y el pié del nene, las pusieron con pintura y me pareció un gesto precioso para que fueran protagonistas de ese día tan especial para sus padres.

La gente firmaba y colgaba las tarjetas de un arbol casero, pintado de blanco y puesto en un damajuana, que después pueden usar para decorar cualquier rincón de casa y tener un recuerdo de ese día único.

LIBRO DE FIRMAS


¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!


Sin duda fue una sorpresa súper grande, ella no paraba de llorar y me daba hasta vergüenza las veces que me dio las gracias, porque sinceramente después de tantos años y ser una familia a la que conozco de toda la vida fue un placer enorme acompañarlos en este día.

Si tenéis cualquier pregunta de como hicimos alguna cosa, no dudéis en preguntarme os contestaré lo más pronto que pueda, pero si tenéis pensado una boda familiar os puedo asegurar que fue todo un éxito y aunque nos costó de montar un par de horas mereció mucho la pena.

¿Qué os ha parecido la decoración de esta boda familiar?





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