No soy muy de sofás blancos por comodidad pero en cuanto Greta se vuelva una perrilla normal y buena (jaja... nos ha salido un terremoto) tenemos en mente cambiar el sofá y estamos planteando la opción de polipiel en color blanco.

Aunque hemos visto diferentes post de sofás (aquí, aquí y aquí) buscando inspiración encontré este salón BLANCO que me encantó, no solo por el estilo nórdico con toques de colores pastel sino que además el mobiliario desprende mucha luz natural y junto a la madera crea un ambiente muy acogedor que me esta convenciendo cada vez más.

La manera tan sutil de integrar EL NEGRO es otro de los detalles que me ha parecido muy interesante de este ambiente, sobre todo porque es una combinación totalmente viable en cualquier época del año puesta así en detalles como alfombra, cuadros o láminas y alguna lámpara o textiles.

Y para rematar un comedor lleno de estilo, desde la vitrina vintage pintada de blanco, la mesa de madera natural o las lámparas industriales, un 10 para este ambiente lleno de personalidad.