No sé si seré solo yo, pero llego a los viernes muerta de cansancio. Así que hoy decidido irnos de home tour a una casa que transmita mucha paz y tranquilidad. Lo que ahora se denomina hygge en decoración, al cien por cien. 

Me encanta la idea de pensar en vivir el momento y de pensar en la casa, como ese refugio en el que estar a gusto y sentirnos muy bien. Creo que debería ser el objetivo de toda decoración, rodearnos de objetos y cosas que nos hagan sentir muy bien. 

Además, me encanta como combinan el gris y el beige. Dos tonos que muchas veces tratamos como alternativas, pero que juntos funcionan de diez, ¿no os parece?

Una nueva lección de estilismo con los neutros que nunca fallan