El año pasado estuve de vacaciones en la isla blanca, a parte de enamorarme totalmente de ella, de su ambiente, de sus calas... disfruté como una enana de los Hippy Markets y de allí me traje mi capazo de fibras naturales hecho a mano.

Lo compre el último dia porque los precios eran desorbitados pero finalmente, los astros se alinearon para que pudiera traermelo por un precio razonable y desde entonces, estaba deseando que llegara el verano para sacarlo a pasear.

Me parece un complemento muy versátil, se puede adaptar facilmente a casi todos los looks, incluso para salir a tomar una copa, de playa o simplemente para venir a trabajar.